Primavera Sound – 28 de mayo de 2004

Se han criticado muchos fallos cometidos por la organización del festival, pero aún no he visto que nadie se quejara sobre algo que a mi me parece una aberración: programar la actuación de Wilco entre la de Mudhoney y la de Pixies, los dos grupos más rockeros de esta edición. Se ordenaron las actuaciones del escenario grande según la popularidad de las bandas, pero si alguien pensaba que los de Jeff Tweedy encajarían después de los de Seattle y antes de los duendecillos es que o ha ido a pocos conciertos o algo le pasa en la cabeza.

Cuando acabó la actuación de Mudhoney estábamos eufóricos, con la adrenalina a tope y la sangre hirviendo, listos para presenciar la actuación de Pixies. Pero era el turno de Wilco y su country alternativo y, para colmo, basaron casi todo su repertorio en su último disco “A Ghost Is Born”. No sé como sonarán esas canciones en estudio, pero en directo resultaron excesivamente lentas y melódicas.

Mientras, en el recinto no cesaba de entrar gente y más gente y mi alarma acabó sonando ante la falta de espacio primero, el aumento del calor hasta niveles insoportables luego y, finalmente, la falta de aire.

Aunque nos hubieran ofrecido el concierto de su vida no lo habría podido disfrutar, aunque tampoco fue el caso…

astro-man