BREVE CRÓNICA DE UN FESTIVAL de espíritu INCENDIARIO

Encontré el flyer anunciando el evento en un conocido pub musical del barrio gótico y no me lo pensé dos veces. Un festival GLAM ROCK sin apenas publicidad, promoción, sin que nadie supiera nada de donde sale, desde luego era algo a tener en cuenta, un buen síntoma. ¿Había una escena Glam-rock en Barcelona? ¿Era tan zoquete que me la estaba perdiendo?

O lo comprobaba de primera mano o acabaría cortándome las venas, así que me puse rápidamente en contacto con algunos amigos de quinto de alcoholemia para sacar del armario nuestras Converse Ramones más rotas y salir de etiqueta a asaltar diligencias.

Llegado el día aterrizamos puntuales a la cita. No queríamos perder detalle. Ya en la entrada del local ?anda que no he pasado veces por ahí con la moto, ¡yo que pensaba que aquello era una simple iglesia!? nos topamos con una imagen digna de encuadre. Mods old school (de los que ya no quedan), niñas de 18 y 17 años engominadas, luciendo pinchos, camisetas de New York Dolls y ¡Faster Pussycat!, siniestros, travestís, go-go´s, góticos flamígeros… Faltaban macarras, claro, pero con mis huestes todo quedaba equilibrado.

Una vez adentro, el lugar me pareció perfecto. Se trataba de una espaciosa sala de actos del ¿centro cultural de Les Corts ? (algo parecido) con la peculiaridad de que alguien había hecho que las butacas o las sillas volaran estratégicamente. Muy inteligente.

El escenario bastante sobrio. (no como yo). A un lado, una mini barra con camareras de gafitas súper indies y, anexado a la misma, el chiringuito de camisetas glamrockeras para ponerse ciego a comprar chapas de Siouxsie ¿!?, Sweet, Bowie, Iggy, Gary Glitter, Adam and the ants… y algunas estampas cristianas que rezaban cosas como “Soy la reina de las putas” o “kiss me, fuck me, kill me”. Joder, me tenía que secar las lágrimas de emoción.

Enseguida ?con un retraso de hora y media? empezaría lo bueno. Estas fueron las actuaciones.

Yo no se como debió sentirse la gente que vio a los Stooges en sus primeros conciertos, pero seguro que no fue muy distinto a la medicina que los chicos de Dan glam and the diamond cats nos hicieron catar, en apenas quince minutos, para abrir el festival. Menudo jarabe de fresa. En las pruebas de sonido ya se palpaba que aquellas cuatro zorras bien maquilladas habían subido al escenario a matar o morir.

Acoples de guitarra, pintalabios, faldas, cinturones de cuero, y rock n´roll. Pero sobretodo actitud, mucha actitud, retratada magistralmente por su enérgico cantante “Dan glam” desde que arrancaron con el «Gean Genie» de Bowie hasta que terminaron con una versión de «I wanna be your dog» mucho más punk y abrasiva que la original. Más tarde hablaría con su bajista, muy joven, ¡algunos no tenían ni veinte años! ¡Tampoco una mísera maqueta! ¡Se habían reunido para la ocasión! Ni que decir tiene que casi me lo como. Bueno, me aseguró muy agradecido que harían lo posible por seguir por el buen camino. A ver si es verdad. Por ellos pongo la mano en el fuego del Vesubio si hace falta. Estaremos atentos.

Acto seguido salieron a escena los… No me acuerdo . (me podéis pegar). Este cuarteto no tuvo mucha suerte con el sonido, sobretodo con los micros de voz. De poco sirvieron las advertencias a la mesa de mezclas por parte de la cantante, una chica de aire triste, a pesar de su efectiva peluca puntiaguda, y un tanto seria, ya que la situación no mejoró en toda la actuación. Lástima, pues aparte de las versiones de «Starman» de Bowie ?un tanto anémica y desafinada en lo poco que se oía de voz? y otra de Placebo (bastante mejor), interpretaron un tema de cosecha propia, en una línea mas “indie” ?la que seguramente les caracteriza?, que parecía muy interesante, pero que, por culpa de ese problema técnico quedó deslucido sin que pudiéramos valorar, en su justa medida, la calidad de su arte. Otro día, tendrán más suerte.

Ya empezaba a notarse la afluencia, cuando llegó el turno de los Saturday kids, un grupo de pura tradición mod, con toda su parafernalia de corbatitas y chapitas de la triple entente, que para mi gusto ofrecieron un set correcto ?a mi amigo le encantaron?, pero sin despeinarse demasiado. (con esos flequillos de mármol tampoco es difícil, la verdad) Creo que versionearon el «20th Century Boy» de T-Rex (la fórmula del festival consistía en ofrecer al menos una versión glam rock y tocar algo propio), al que añadieron, como no, el «Can´t explain» de los Who más algún otro tema que ahora mismo no recuerdo. En todo caso, gracias también a ellos, como a todos los participantes por ofrecernos rock n´roll decente. (Por si luego se me olvida, dicho queda)

Pero cuando PINK GLOBE Y SUS LOVERS salieron a escena, pronto se nos olvidarían las playas de Brighton y todas sus maravillosas piedrecitas. Y digo … ¡PINK GLOBE Y SUS LOVERS! ... en mayúsculas porque este grupo de inocentes globitos, tras el que se esconden unos inveterados apologistas del ménage à cinq , nos colocó sutilmente las esposas, desprevenidos como estábamos, para clavarnos, acto seguido, sus punzantes lenguas en los lugares más insospechados.

Estos yonkis de la purpurina, con su capo electrodandy al frente, fueron las criaturas de la noche designadas por los dioses del glam y la lujuria, para arrasar el festival con los lanzallamas multicolores de sus coros viperinos. Para empezar, nos deleitarnos con una puesta en escena fuera de lo común. Salieron a escena de un@ en un@, bien disfrazad@s de la señorita Pepis, a ritmo del tema central de Full Monty, que pasaron a adaptar progresivamente, con mucho estilo e ironía, mientras se colocaban, en sus puestos restregándose esos colmillos de Luciffer. El júbilo del público era total.

O yo iba muy puesto, a ver, o juraría que el que cantante, sentado tras la caja de ritmos, era el mismísimo Lucky luke vestido de Armani. Delante suyo, a cada lado, se situaban flanqueándolo dos go-go´s ochenteras que marcarían el concierto con unos globos atados a los micros para que hicieran juego con los “salmos religiosos” que, de vez en cuando, emanaban sus labios de putas de lujo. Nadie podía creer que la arquitectura del espectáculo glam pudiera llegar a cotas de tan refinada piromanía, pero afortunadamente estábamos allí y podemos dar fe de ello.

Aunque eso no era todo. Mientras el cantante sentado tras la caja de ritmos aullaba «soy un perro rebel, soy el perro rey…» y las chicas coreaban «Mitsubishi….Ferrari» (muy logrado), otras dos go-go´s fosforito sin tantos senos ni curvas, pero igual de macizas, adornaban el puticlub, armadas de un bajo y una Rollercoaster por los tobillos sin dejar de lanzarnos piropos, besitos y guiños como descosidas…

PINK GLOBE Y SUS LOVERS se lo curraron. Fueron los más excitantes y divertidos de la noche. Ritmo disco, guitarra pasada por wah wah, sarcasmo, rebeldía, desenfreno sexual y rock n´roll. Más glam imposible.

Pero, tras semejante indescriptible sobreproducción de feromonas, las aguas estaban llamadas a calmarse un poco. La rubia Montolla ….¿o quizás se trataba de los Easy Snaps ? ?aparte de nuestro sistema nervioso también había alteraciones en la lista que poseíamos? subieron al escenario con su chica del sombrero, pelo ultraliso y tirantes al frente ?que de lejos parecía una especie de madre de Abril Lavigne?, para ofrecernos otra notable actuación con resultonas versiones de T-Rex («head it on») y Bowie («Heroes»). Me pregunto porqué nadie se la quiso “jugar” con clásicos como «Cm´on feel the noise» de Slade, «Fox on the run» de Sweet o incluso el «No more Mister Nice Guy» de Alice cooper por citar tres temas muy conocidos. Un poco más de variedad no hubiera estado mal, además, la ocasión se prestaba para enriquecer un poquito la culturilla de tan jovencísima y entregada audiencia. Cuestión de dar ideas para la próxima entrega.

En cuanto a la actuación, las voces volvieron a fallar, pero el sabor de boca que dejó esta banda fue bueno. Eso sí, la sección de vientos, ?que daba un cierto aire de Big Band al conjunto?, tampoco brilló por la potencia de su volumen…

A pesar de ello, el agradecido público ?desde luego ir a Benicasim, Primavera Sound y demás ostias “super-indies” teniendo aquí cosas tan auténticas ¡y además gratis…!? les ovacionó con sonoros aplausos.

Los siguientes si que estoy seguro de que fueron los Rainbublle (a que no). Esta banda pareció más profesional y seria que todas las anteriores, aunque también más aburrida para mi gusto. Su momento destacabe fue la versión de «Ashes to ashes» aunque el sonido del bajo, tan característico del tema original, dejó mucho que desear. Para ser justos, la principal carencia del festi, quizás impuesta por el carácter municipal del recinto, fue la escasez de watios. Parece como si todo no pudiera sonar siempre igual de alto y de vez en cuando, algún elemento tuviera que pagar el pato.

Rainbuble tienen maqueta o disco. Anunciaron también una gira por andalucía y no se que más porque, a partir de ese momento mi memoria auditiva empezó a desvanerse y mi cerebro ya sólo procesaba las imágenes más impactantes y los cambios de luz…ouu....rawkanrrroll is ol ai guanna du…hip!

Sigamos. Vaya Dos, como su propio nombre indica, no resultaron ser demasiados. Una pareja de poetas de look electro ?por lo menos el chico de la guitarra en lo que alcanzaba a adivinar mi doble visión? que tampoco se salvó de la austeridad de decibelios en los micros de voz, y, para ellos, fue toda una putada, puesto que sus letras, aparentemente afiladas e irónicas, apenas se escuchaban. Me quedé con las ganas de entenderlos, además tuve que hacer una excursión a los lavabos y, como de camino me entretuve con distintos personajes, cuando volví me encontré con que el show había cambiado y con que Vaya Dos eran ahora Vaya Seís ?se les habían unido unos amigos saltarines? cantando el «Rebel Rebel» en versión castellana: «¡tienes a tu madre confusa, no sabe si eres un chico o una chica!» «¡Rebelde rebelde tu cara es un poema..!» etc..etc. Era una combinación curiosa… Por cierto, mi verso preferido es ese que dice «te gustan las bandas cuando tocan duro» que era precisamente lo que se empezaba a echar a faltar.

Pero los dioses me escucharon y unos Revolution 69 que olían a MC5, Stooges, Dictators contra todo desodorante saltaron al ruedo. Un nombre tan apostólico no dejaba lugar a muchas dudas. Aunque su guitarrista más melenudo pareciera querer homenajear a Marc Bolan con un look de pelo rizadísimo, chupa y bufanda atada al cuello, la cosa pintaba 100% Detroit desde las pruebas de sonido. No estábamos equivocados. Tras la presentación, «Search and Destroy» golpeó contundente, como una losa, los tímpanos de las primeras filas. El rubio cantante de la banda ?un tintín de dos metros de los que se despachan a gusto con los palos de los micros (como debe ser)? paseó su furia de lado a lado del escenario como si buscara nervioso algún ansiolítico entre los amplificadores. Entre el público, más de uno descubría también la paz interior tirándose de los pelos y auto propinándose bofetadas… El rock n´roll no amansa a las fieras señorías ¡las excita aun más!

En fin, otra tempestad corta pero intensa para la memoria del festival.

Después de la misma, el chico que repartía tickets para los cubatas ?por lo que se vería mas tarde, en la despedida del festival, se trataba de uno de los organizadores? se puso ante el micro, muy solemne, e interpretó «Ziggy stardust», con bastante acierto, junto a varios músicos de las otras bandas.

Y tras esto, tachán tachán, el tercer momento estelar de la noche. Para muchos el mejor. Un par de individuos, se colocaron delante de los focos para anunciar «¡Ladies and gentelmen, the hotest band in the word… you want the best, you got the best...!» ¿Estaba soñando que iba a un festival? La aparición, en carne y hueso, de Paul Stanley, Gene Simons, Ace Frehley y Peter Cris, dressed to kill ante todos nosotros, certificaba que no habían puesto Mescalina en mi bebida.

Cuando esos cuatro iconos de la historia del rock tomaron posición maquillados frente a nosotros, la histeria y los instintos animales del público se desataron igual que entre las clásicas groupies que aparecen en los documentales de los Beatles. Igual pero multiplicados por diez y elevados al cuadrado. No se qué hubiera pasado si en ese momento nos llegan a poner objetos punzantes y bates de béisbol en nuestras excitadas manos. (Supongo que, por fin, seríamos portada del Rolling Stone).

Como antes de que sonara «Detroit rock city», ya habíamos tomado posición en primera fila POR SI HUBIERA COMPETENCIA A LA HORA DE DESPELOTAR A PAUL STANLEY pudimos apreciar con detalle todos los movimientos de nuestros superhéroes. «Strutter», el solo de Simons, el fluir de su roja sangre …arrgggggg…, «Black Diamond» y la mítica «Deuce». Sonaron bien, muy bien. Realmente la única pega que se le puede poner a Evil Kiss después de todo el trabajo del maquillaje y las versiones es que Ace Frehley no estuviera tan trompa como el original. Lo demás fue un puro regalo para nuestros sentidos, un auténtico lujo.

Como bis, ?«¡We want KISS...we want KISS!» gritaba enfervorecido el personal mientras un loco que resultaba ser el cantante de Dam glam and the diamond cats se tiraba en trance desde el escenario? interpretaron «Rock n´roll all night», aunque, obligados por la masa poseída, tuvieron que repetir «Detroit rock city» y alguna otra antes de marcharse. Fue conmovedor. A nadie se le hubiera ocurrido pensar que el broche ?de sangre? al festival lo iba a poner la lengua de Gene Simons, pero ya se sabe que el mudo está lleno de sorpresas…

El chico de «Ziggy Stardust» (organizador) volvió a tomar la palabra tras los bises, cuidando celosamente de que la cosa no se alargara mucho más allá del horario concertado, y despidió el festival Glam rock Bcn agradeciendo a los presentes su asistencia y dando por concluida la edición de este año. ¡Desde luego donde estábamos en el 2003!

Fue todo. Y esta no es más mi apresurada y subjetiva crónica en homenaje a los que realmente se lo merecen. A los organizadores y a los grupos que se esforzaron y esfuerzan, contra viento y marea, por ofrecer algo hiriente, original, puntiagudo, alejado de los clichés y de cualquier afán de petulante profesionalidad.

Gracias por los pedales de feedback capullos, estamos emocionadas. Por el módico precio de 0 euros, nos obsequiasteis con la mayor sesión de purpurina y rock n´roll que pudiéramos imaginar en una ciudad como esta. Contad con nuestra ayuda el año que viene. Volveremos multiplicadas y dispuestas a romper vidrieras con todo el glamour que haga falta. ¡Make war! ….NOT fuckin´ LOVE SONGS

Television man is crazy saying we're juvenile deliquent wrecks. Oh man I need TV when I got T Rex!

(«All the young dudes»)

barduk
27-10-2004

P.D: Si alguien quiere entretenerse comprobando las veces que el autor se ha confundido en el orden de los grupos puede consultar la página oficial www.glamrockfestival.com --sección fotos-- y pasárselo pipa.  (juro que no me droguée..)